domingo, 4 de julio de 2010
LA PILA BAUTISMAL DE LIEJA
Con el orfebre Rainiero de Huy se consolida un Arte del metal que caracterizará la producción mosana durante la duodécima centuria. Sus obras, inspiradas en la observación de las creaciones antiguas, poseen un estilo delicado y asombrosamente antiquizante que confiere a los objetos una gran hermosura. Su célebre pila bautismal de Lieja, realizada para el Abad Hellinus, fue fundida en una sola pieza. Se apoya en los prótomos de doce bueyes, teniendo en su cilindro cinco escenas relativas al bautismo. El estilo de Rainiero se convirtió en norma estética a seguir por los orfebres del Mosa y del Rhin durante todo el románico.
LA ESCULTURA MÓVIL DE CALDER.
Calder es un escultor norteamericano. Nació en Filadelfia y, sobre todo, se hizo popular por sus esculturas móviles. Los móviles de Calder los podríamos relacionar con Miró, pero en movimiento.
Hay quien afirma que los móviles de Calder son como la poesía o la música, si estas disciplinas se pudieran ver. Se dice que para disfrutar de Calder no es necesario saber nada, sólo hay que mirar los colores en equilibrio, como cuando nos entretenemos contemplando las estrellas, observando el vuelo de las aves o las formas que crean las nubes. Nuestra mente está preparada para eso. Calder es sensación.
¿Qué os parece la escultura de Calder? ¿Es un recuerdo de la niñez? ¿Os trae a la cabeza pasatiempos infantiles? ¿Os parece, por el contrario, superficial? ¿Está muy alejado de lo que vosotros entendéis y demandáis del Arte?
Hay quien afirma que los móviles de Calder son como la poesía o la música, si estas disciplinas se pudieran ver. Se dice que para disfrutar de Calder no es necesario saber nada, sólo hay que mirar los colores en equilibrio, como cuando nos entretenemos contemplando las estrellas, observando el vuelo de las aves o las formas que crean las nubes. Nuestra mente está preparada para eso. Calder es sensación.
¿Qué os parece la escultura de Calder? ¿Es un recuerdo de la niñez? ¿Os trae a la cabeza pasatiempos infantiles? ¿Os parece, por el contrario, superficial? ¿Está muy alejado de lo que vosotros entendéis y demandáis del Arte?
sábado, 3 de julio de 2010
EL URBANISMO DESDE EL SIGLO XIX HASTA TIEMPOS RECIENTES.
El urbanismo como disciplina que estudia las ciudades y planifica su desarrollo se formó durante el siglo XIX y el siglo XX. Nació de la necesidad de abordar con método los graves problemas provocados por los cambios que en el fenómeno urbano se había producido a causa de la Revolución Industrial y las consiguientes transformaciones de la estructura social, de la economía y de las formas de vida.
En sus orígenes la investigación urbanística tenía un carácter humanitario: trataba de sacar a la reciente clase obrera de su situación de extrema postración moral y material. Ya en la primera mitad del siglo XIX Owen y Fourier proponen la construcción de unidades de viviendas para obreros en gestión cooperativa.
En París, el plan de reforma de su centro se tradujo en un cinturón de grandes arterias de tráfico, creado reventando barrios periféricos. Mejoró la fluidez del tráfico pero los pobres continuaron hacinados en los viejos barrios. Este tipo de actuación, favorecedora de la especulación y que no resuelve los problemas del proletariado urbano, proliferó luego en Alemania e Italia
A principios del siglo XX T. Garnier proyecta la Cité Industrielle cuya estructura está determinada por las exigencias distributivas y de movilidad de una comunidad totalmente dedicada a la función industrial.
Tras la Primera Guerra Mundial Gropius, Oud y Le Corbussier, entre otros, plantean que la proyección del espacio urbano es preliminar a la arquitectura. Por lo tanto, la tarea del arquitecto es proyectar el ambiente que surge de la coordinación de diferentes elementos.
Las ideas urbanísticas que se imponen tras la II Guerra Mundial son las de Wright. Como ejemplo el Museo Guggenheim que rompe la retícula significándose como espacio estético-cultural.
Así se llega a propuestas contrarias al programa racionalista de disolución del hecho arquitectónico en el urbanístico, partiendo ya de las unidades de habitación de Le Corbusier. Edificios organizados como pequeñas ciudades.
Los nuevos materiales y tecnologías eliminan todo condicionante estático liquidando definitivamente las viejas tipologías. Se puede observar, por ejemplo, en el Nacional Nederlanden de Gehry.
Vemos entonces que la psicología sirve tanto como la economía para hacer la ciudad, pues esta ha de ser también el lugar de la vida y no sólo del trabajo organizado. Sin embargo, de este modo, la investigación metodológica se va apartando más de los problemas reales de la existencia, de las contradicciones sociales.
En sus orígenes la investigación urbanística tenía un carácter humanitario: trataba de sacar a la reciente clase obrera de su situación de extrema postración moral y material. Ya en la primera mitad del siglo XIX Owen y Fourier proponen la construcción de unidades de viviendas para obreros en gestión cooperativa.
En París, el plan de reforma de su centro se tradujo en un cinturón de grandes arterias de tráfico, creado reventando barrios periféricos. Mejoró la fluidez del tráfico pero los pobres continuaron hacinados en los viejos barrios. Este tipo de actuación, favorecedora de la especulación y que no resuelve los problemas del proletariado urbano, proliferó luego en Alemania e Italia
A principios del siglo XX T. Garnier proyecta la Cité Industrielle cuya estructura está determinada por las exigencias distributivas y de movilidad de una comunidad totalmente dedicada a la función industrial.
Tras la Primera Guerra Mundial Gropius, Oud y Le Corbussier, entre otros, plantean que la proyección del espacio urbano es preliminar a la arquitectura. Por lo tanto, la tarea del arquitecto es proyectar el ambiente que surge de la coordinación de diferentes elementos.
Las ideas urbanísticas que se imponen tras la II Guerra Mundial son las de Wright. Como ejemplo el Museo Guggenheim que rompe la retícula significándose como espacio estético-cultural.
Así se llega a propuestas contrarias al programa racionalista de disolución del hecho arquitectónico en el urbanístico, partiendo ya de las unidades de habitación de Le Corbusier. Edificios organizados como pequeñas ciudades.
Los nuevos materiales y tecnologías eliminan todo condicionante estático liquidando definitivamente las viejas tipologías. Se puede observar, por ejemplo, en el Nacional Nederlanden de Gehry.
Vemos entonces que la psicología sirve tanto como la economía para hacer la ciudad, pues esta ha de ser también el lugar de la vida y no sólo del trabajo organizado. Sin embargo, de este modo, la investigación metodológica se va apartando más de los problemas reales de la existencia, de las contradicciones sociales.
Etiquetas:
urbanismo arquitectura contemporánea ciudad
Suscribirse a:
Entradas (Atom)